Me ha parecido legítimo, incluso necesario, dar pública respuesta al artículo de opinión publicado por D. José A. Hierrezuelo en “Mira Jerez” el pasado 29 de junio bajo el título “Ciudadanos, chantajismo y reforma electoral”.
Para Ciudadanos la libertad personal, y dentro de ella la libertad de expresión, son valores fundamentales, incluso la de aquellos que, como el Sr. Hierrezuelo, no opinan como nosotros, faltaría más.
Ahora bien, afirmar que Ciudadanos es el partido del chantaje continúo es algo que me parece, sencillamente, faltar a la verdad. Intentaré explicar el porqué.
Personalmente entiendo que a los defensores del bipartidismo les interese mantener ese sistema, ese arco de medio punto que han contribuido a formar y que se sostiene por la simbiosis de los dos grandes viejos partidos de este país, PSOE y PP y bajo cuya sombra y cobijo se vive, se vivía, muy bien. La ingente cantidad de casos de corrupción “aislados” a uno y otro lado dan buena fe de ello, pero, por suerte (o por desgracia, como siempre depende del punto de vista), este sistema se ha terminado. España ha dejado de ser un país con un sistema prácticamente bipartidista y ha avanzado hacia el pluripartidismo, al estilo de muchas de las democracias más avanzadas de Europa y del mundo, y no lo olvidemos, ha sido el propio pueblo español el que ha decidido dar este paso y eso en democracia hay que valorarlo y hay que respetarlo.
Ya sé que es más fácil aplicar mayorías absolutas y rodillos parlamentarios y alternarse en el poder los de siempre cada cuatro o cada ocho años “hasta el infinito y más allá” pero resulta que los españoles han decidido otra cosa, han decidido apostar por nuevos actores y nuevos partidos, supongo que hastiados de la corrupción, de la falta de propuestas y del continuo “y tú más”.
Por consiguiente lo que ahora toca es remangarse y ponerse a trabajar, que en el caso de nuestros dirigentes políticos es, sencilla y llanamente, sentarse a negociar, hacer política en definitiva, así de natural. Negociar, que no chantajear, son conceptos muy distintos.
Nuestra Ley electoral vigente data del año 1985 ( Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General), tiempo han tenido más que de sobra los viejos partidos para modificarla, hay que suponer que si no lo han hecho, habiendo disfrutado ambos de mayorías absolutas en determinadas épocas de sus mandatos, es porque no han querido, porque no les convenía ya que el actual sistema, en el que se aplica la denominada Ley D´Hondt a la hora del recuento de votos y el reparto de representantes, favorece sus intereses y el sistema bipartidsta en el que, como diría Ortega Cano, “estaban tan a gustito”.
Cs lo que defiende en este ámbito es un sistema más proporcional donde el viejo axioma de “un hombre un voto” se haga realidad y valgan lo mismo en todo el territorio nacional los votos de cada ciudadano, algo que parece de sentido común.
Que un Partido liberal y progresista como Ciudadanos negocie su apoyo al denominado “techo de gasto” y lo condicione a una reducción del I.R.P.F. no solo no es chantaje sino que es cumplir con nuestro compromiso con nuestros votantes y además es de justicia, nosotros a esta manera de actuar lo denominamos “política útil” porque tiene una incidencia directa y real en la mejora de la vida de nuestros compatriotas. Por cierto que esto de la reducción de impuestos ya lo llevaba el PP en su programa, menos mal que no soy mal pensado porque de lo contrario podría tener la tentación de pensar que están dejando esa posible rebaja para ofrecerla cuando se acerquen las próximas elecciones y eso sí que sería un chantaje al pueblo español en toda regla.
Hace unos días el Gobierno volvía a aumentar, por segunda vez este año, su previsión de crecimiento de la economía española en 2017 y la situaba en el 3% del P.I.B., ¿qué excusa hay ahora para no bajar los impuestos?
Escribe el Sr. Hierrezuelo, y cito literalmente: “Si se rebajan ahora los impuestos y no se disminuye el gasto público, el déficit se dispara”, pues no estoy de acuerdo, no siempre una rebaja de impuestos, en este caso un impuesto directo como el que grava la renta de las personas, implica una reducción de los ingresos del erario público y esto es por efecto de que a menor carga fiscal mayor dinamismo económico que se traduce en aumento de la recaudación por la vía de los impuestos indirectos pero, dejando de lado lo anterior, es que además desde Ciudadanos venimos reclamando desde hace tiempo la eliminación de la grasa de la Administración Pública con medidas tan concretas como la supresión o reducción drástica del Senado y de las Diputaciones provinciales, por poner solo un ejemplo.
Si Ciudadanos ha demostrado algo hasta la fecha es que está anteponiendo los intereses generales a su intereses partidistas y particulares, solo encontraremos ejemplos en los que Ciudadanos ofrece su apoyo a cambio de medidas concretas que mejoren la vida de las personas y nunca, a diferencia de otros, a cambio de carteras ministeriales, despachos, despachitos, cargos y carguitos, por consiguiente solo hay una conclusión posible, Ciudadanos entiende la política como una herramienta útil para mejorar la vida de las personas. Sr. Hierrezuela, bienvenido a la política útil.
Javier Álvarez
Ciudadanos Jerez