El portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Jerez, Carlos Pérez, manifiesta “los gatos callejeros no son una plaga a exterminar, sino una especie a la que debemos proteger desde las administraciones públicas”

El portavoz de Ciudadanos (Cs) Jerez en el Ayuntamiento, Carlos Pérez, se ha reunido recientemente con las asociaciones Jerez Felina y Protectora Colonia Felina Torrox con el propósito de conocer el trabajo de protección y control que llevan a cabo de varias colonias felinas de la ciudad. 

En el transcurso del encuentro, una de las reivindicaciones que han hecho llegar a la formación naranja es la inclusión por parte del Ayuntamiento de una modificación de la Ordenanza de Animales Domésticos que establezca un Programa de Implementación y Gestión de las colonias de gatos callejeros existentes en diversos puntos de la ciudad, “dado que entendemos que se trata de un compromiso a largo plazo de todos los gobiernos municipales, que no tiene signo político alguno y que supone un beneficio común tanto para los ciudadanos, como para la propia ciudad y para los gatos callejeros”, ha indicado Rebeca Gascón, presidenta de la Asociación Protectora Colonia Felina Torrox.

La única legislación eficaz para la Gestión de Colonias felinas es la realizada desde un prisma humanitario, basada en el llamado método C.E.S. (captura esterilización suelta), “siendo actualmente el método recomendado por la Organización Mundial de la Salud para evitar la proliferación descontrolada de colonias felinas”, han apuntado desde ambas asociaciones. Existen ya numerosos pueblos y ciudades que aplican este método de control, “por ello consideramos que nuestra ciudad debería tomar ejemplo de ello”, han apuntado.

Para finalizar, las representantes de las asociaciones han informado también al edil de Cs “de la necesidad de establecer un convenio de colaboración con el Ayuntamiento, un acuerdo que llevamos esperando firmar hace más de un año tal y como nos prometieron desde el gobierno local”.  Para ambas, este convenio supondría respaldar la actividad altruista que desempeñan y poder regularla adecuadamente “ya que no sólo afecta a los propios gatos, sino que también hay problemas de salubridad que con este método se pueden regular”.

Pérez ha señalado “no debemos olvidar que los gatos callejeros no son una plaga a exterminar, sino una especie a la que debemos proteger proporcionándole, desde las administraciones públicas, unas condiciones higiénico/sanitarias adecuadas para una vida digna y respetuosa con el entorno y la ciudadanía”.